Columna de Carlos Adranzen en Peru 21
Los peruanos, digan lo que digan, tenemos muy desarrolladas ciertas capacidades. Algunas buenas, otras no. Por ejemplo: en las últimas controversias sobre la tercerización laboral tendemos a confundir ilusiones con la realidad. Tengámoslo bien claro: en una economía con gente educada -y alta inversión- se tercerizará o contratará, fuera de la firma, gente altamente empleable y productiva (con salarios decentes y bajo desempleo). En otra con baja inversión y gente pobremente educada, la tercerización implicará salarios de subsistencia y empleabilidades precarias. Este es el fondo de la historia. En el Perú, el problema no es la tercerización ni hipotéticos abusos empresariales. El meollo está en nuestro explosivo mercado de trabajo, absurdamente regulado y repleto de gente no calificada. Un ambiente con productividades y empleabilidades escandalosamente reducidas. Prohibir o regular la tercerización no altera el fondo. Solo destruirá cientos de miles de puestos.
miércoles, 18 de julio de 2007
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