jueves, 19 de julio de 2007

Fallas de comunicación

Columna de Eduardo Morón en El Comercio

Los que saben dicen que las fallas de comunicación arruinan empresas, terminan matrimonios y descarrilan la vida de nuestros hijos. Resulta poco sorprendente que el gobierno ahora diga frente a la semana de protestas por todo el país que lo que ha hecho falta es comunicar los logros del gobierno. Al Presidente lo recibieron de muy mala forma en Puno y creo que eso puso el punto final a su gira por el sur andino. Las giras se han sustituido por spots en radio y TV donde se trata de decir lo que nadie quiere oír.

Lo cierto es que cualquiera que sea jefe sabe perfectamente que no hay excusa más fácil que señalar que la raíz de los problemas está en que la gente no ha recibido la información correcta. Obviamente, estos problemas no son nuestros problemas. Los culpables serán nuestra oficina de prensa, el jefe de comunicaciones, o porqué no, la prensa en sí misma que no coopera, o inclusive los propios trabajadores que de repente tienen una actitud hostil o poco comprometida con la empresa. De esa manera, zafamos cuerpo de los problemas y alguien más se merece una llamada de atención.

Desde el punto de vista macroeconómico, el gobierno pretende señalar que las protestas se originan por una falla en la comunicación de los logros del gobierno. Una gran mayoría de gente con justa razón está harta que se le refriegue que el Perú viene creciendo más de 70 meses seguidos y que el PBI per capita aumentó más de 30 por ciento en los últimos seis años. Y le molesta porque ve a su alrededor y nada de eso pasó con su familia. El colegio al que van sus hijos sigue estando igual de ruinoso, su hija mayor tuvo que emigrar pues no hay quien le de un trabajo en la zona, y de la presencia de los políticos no queda más rastro que unos polos raídos que algunos utilizan como trapos.

La tarea del gobierno es compleja pues los datos muestran que reducir la pobreza significativamente requiere persistir en un camino de prudencia macroeconómica pero también requiere salir del actual modelo de políticas sociales. Estas han demostrado su enorme ineficiencia en sacar de la pobreza a ese 50 por ciento de peruanos para el cual el crecimiento no ha sido suficiente. Claro que hay dentro de este grupo algunos que han podido salir de la pobreza pues hoy tienen un mejor empleo que el que tenían aunque siga siendo informal.

El gobierno ha aceptado –resignado- que el TLC con Estados Unidos vendrá en la primavera porque los legisladores gringos están más interesados en pelearse entre ellos que resolver los temas. Sin embargo, los avances en la agenda del TLC interno son mucho más complejos. La infraestructura pública no mejora a la velocidad necesaria aunque en el camino, la reforma laboral se tuvo que postergar para que no se arme más lío, la mejora de la educación pública se empezará a sentir en muchos años más si es que nadie perfora la ley aprobada y los involucrados se comprometen con la reforma, y sigo sin entender porqué tiraron al tacho el programa de carreteras costa-sierra que era la estrategia más obvia de integración.

Se necesita no perder la brújula y caminar por donde sabemos se tendrá frutos en el tiempo, ojalá que los presidentes regionales quieran convocar a sus poblaciones a sumarse a este esfuerzo. Pretender tener logros que mostrar en el corto plazo es querer que las gallinas produzcan huevos en la mitad del tiempo. No hay marcha que logre eso.

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