Columna de Eduardo Morón en El Comercio
El peor error que se ha cometido con la CTS es pretender que resuelva dos problemas distintos a la vez. Quieren que la CTS brinde al trabajador un respaldo en la eventualidad del desempleo y que además sirva de liquidez extra para tus gastos corrientes. Y por si fuera poco ahora se además rinda altos rendimientos.
En su diseño inicial se optó por hacer un fondo contra el desempleo en lugar de un seguro contra el desempleo. Esta decisión fue clave en la historia de la CTS. Cuando usted compra un seguro, lo que usted paga es un derecho a ser compensado en caso de que el evento no deseado suceda. Por ejemplo, el seguro para el auto le permite en la eventualidad del robo tener un cheque que le sirve para pagar un nuevo auto. Obviamente eso es más barato que juntar plata todos los meses para poder comprar un auto en caso de que nos roben el auto. Hasta ahí las cosas uno podría pensar en que es más eficiente un seguro a un fondo de desempleo. ¿Por qué entonces se escogió la alternativa más cara? El problema está en que –como dice Barney, el dinosaurio que mis hijos ahora detestan- todos somos especiales. Todos somos distintos. ¿Por qué el SOAT cuesta menos para un auto particular que para un mototaxi? Porque el segundo tiene una mayor probabilidad de tener un accidente. Es más riesgoso y por lo tanto le corresponde una prima más cara. ¿A quien debo cobrarle más? ¿a una señora que tiene una historia de 20 años sin ningún accidente reportado o a un joven que recién saca su licencia de conducir?
Las compañías de seguro balancean sus riesgos asegurando gente de distintas características. Aquí se optó por constituir fondos individuales intangibles en lugar de que la gente opte por suscribir o no un seguro de desempleo que saliera de su bolsillo. ¿Por qué? En primer lugar, porque si fuera opcional probablemente nadie lo tomaría dado que una gran proporción de la población privilegia tener su sueldo completo en la mano y no en una cuenta intangible. En segundo lugar, si fuese opcional probablemente quienes lo tomarían serían aquellos con mayores problemas de encontrar un nuevo trabajo, los menos reciclables. Habría lo que se llama un sesgo de selección. Sólo me inscribo si estoy convencido que lo voy a necesitar. Esto hace que la siniestralidad –la cantidad de desempleados- sea más alta. Por lo tanto, sería menos rentable para las compañías salvo que suban el costo del seguro, con lo cual se reduciría el mercado potencial.
Ahora la queja es que los depósitos CTS rinden muy poco. Eso es sólo parcialmente cierto. Las cajas municipales pagan más de 15% mientras que los bancos pueden pagar 2 o 3%. ¿Por qué pasa esto si todas cuentan con el amparo del Fondo de Seguro de Depósitos? La respuesta es simple para las primeras es una mejor fuente de fondos que para la primera. ¿Por qué todos no tienen su CTS en la entidad que paga más intereses? Para algunos la tasa no lo es todo, prefieren el respaldo de una institución más grande, para otros hay un tema de facilidad de acceso y no todos cuentan con la misma red de agencias.
Finalmente, hay un tema pendiente para las autoridades. Deberían fomentar las transferencias interbancarias que podrían reducir el costo de transacción que involucra mover tu CTS de una institución a otra. No sólo se trata de transparencia sino hace falta facilitar el mecanismo que hace efectiva la competencia. Si yo pudiese mover mi CTS sentado en la cabina de internet, en mi casa, o desde mi oficina otro sería el equilibrio. ¿Ha hecho usted alguna vez una transferencia interbancaria para aprovechar una tasa más alta en otra institución? No hace falta darle este negocio a las AFP cuando hay instituciones financieras que hoy ofrecen rentabilidades altas a quienes así lo quieren.
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