Columna de Eduardo Morón en El Comercio
Cuando leí hace un par de semanas en El Peruano que el MEF empezaba a desmontar las exoneraciones a las zonas de selva tuve que volver a leerlo para creerlo. Cuando el año pasado empezó todo el proceso de modificaciones tributarias el MEF me invitó a comentar sobre el reto que se tenía en frente. En la reunión ante los empresarios que habían sido convocados para dar sus opiniones señalé enfáticamente que el tema de las exoneraciones era un escándalo pues el gobierno estaba financiando una actividad ilegal. Desde mi punto de vista, el cual seguro no consideraba bien la viabilidad política de la propuesta, el MEF debía avanzar cuanto antes en este tema. Al Ministro no le gustaron mis palabras y se marchó molesto de dicha reunión.
La semana pasada estuve a punto de escribir esta columna echándole flores al ministro por su decisión de empezar este proceso. Caretas incluso le ha puesto el apodo de cocodrilo, en referencia al cazador australiano que no teme enfrentarse a dichos animales. Este proceso implica convencer a las autoridades de dichas regiones que estarán mejor servidas con el nuevo esquema de subsidios directos que en lugar de exoneraciones ciegas. Mientras los subsidios deberían beneficiar a toda la región, las exoneraciones sólo benefician a unos cuantos. Más claro ni el agua, pero como es esperable los directamente afectados iban a continuar su oposición férrea para no perder su supuesto derecho a la mamadera fiscal.
Hace un par de días y vía de fe de erratas en el mismo diario El Peruano el MEF optó por dar un paso atrás y postergar el proceso cuatro meses. La idea es tener un tiempo para convencer a las autoridades regionales de la bondad de lo inicialmente anunciado. La gran debilidad que tiene el gobierno, en particular sus ministros, es que son temporales y por lo tanto representan una posición muy débil frente a una negociación que implica un plazo más largo. Hemos sido testigos de los problemas por los que ha pasado el Perú en la negociación del TLC con EEUU producto de la modificación de los equipos. Cualquier cambio en el equipo sirve para debilitar la posición negociadora del gobierno. Y en el tema de las exoneraciones es urgente partir de una posición fuerte.
El gobierno empieza a perder popularidad en las regiones y seguramente si no hace un trabajo muy fino de manejo político de este tema podría tener una peor situación que haga fracasar esta necesaria reforma. Creemos que el esquema debió partir de un análisis entregado por el MEF donde se demuestre hoy de la enorme ineficacia de este mecanismo y no dentro de dos años cuando el gobierno tenga otras preocupaciones. El MEF ha escogido el camino fácil de decir lo analizaré en lugar de aprovechar el momento político para lograr la reversión de una política claramente errada. Lo peor es que el presidente García le ha movido la alfombra al ministro al reducir los sueldos a los alcaldes. Si estaban en busca de aliados para esta reforma, el presidente se ha encargado de ahuyentarlos. Esperemos que el ministro sepa lidiar con los caimanes que seguro enfrentará en los próximos meses.
jueves, 29 de marzo de 2007
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