Columna de Gianfranco Castagnola en Peru 21
Como nunca, el Gobierno tiene dinero y, comprensiblemente, lo quiere gastar. No puede hacerlo al ritmo que quisiera y busca mecanismos para evadir un sistema que no funciona. Cree que saltándose el SNIP lo logrará. Se equivoca. El problema de ejecución de gasto va mucho más allá del SNIP. La compra de patrulleros no pasó por el SNIP, e igual naufragó. Es un tema de mal funcionamiento de un Estado que no está preparado para el reto de gastar bien. Paradójicamente, en lugar de reformarlo, el Gobierno lo debilita más al ahuyentar con topes salariales a técnicos capaces -y, poco a poco, copándolo con gente del partido-. El SNIP es un filtro para garantizar la calidad del gasto. Como todo instrumento, es perfectible. En vez de mejorarlo, se le quiere evitar. Si hubiera habido SNIP en el pasado, no se habría malgastado en el Tren Eléctrico ni en otros elefantes blancos. El Gobierno debería afinar la puntería si realmente está interesado en gastar bien nuestros impuestos.
sábado, 19 de mayo de 2007
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1 comentario:
En tiempos de superávit fiscal, lograr efectuar un gasto público eficiente es un elemento protagónico. Infraestructura y servicios: es el momento para que el gasto social genere los beneficios a los sectores más deprimidos que muchas veces las privatizaciones y concesiones no logran (pero qué sí son un gran medio de recaudación).
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